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Impulsar la Misión Permanente partiendo de una experiencia kerigmática centrada en la Palabra de Dios, que nos lleve a la conversión personal, comunitaria y pastoral, para hacer presente la alegría del Evangelio en los diversos ambientes.
¿QUÉ ES UNA PASTORAL?
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La pastoral es un ministerio, servicio o área de trabajo en la iglesia. Es un servicio fraternal hecho en y por Jesucristo a favor del prójimo. Tiene como propósito generar la conversión de la persona o personas a Jesucristo, buscando lograr en ella o ellas una vida nueva, una nueva dimensión de su humanidad con respecto al reino de Dios, para que puedan alcanzar y gozar la plenitud de la vida.
En la Iglesia existen tres pastorales fundamentales que son: Pastoral Profética, Pastoral Litúrgica y Pastoral Social, cada una de ellas se identifica con el triple ministerio de Cristo Profeta, Sacerdote y Rey. Estas tres pastorales a su ves están conformadas por otras acciones o dimensiones relacionadas con estas.
¿QUE ES LA MISIÓN PERMANENTE?
Cuando hablamos de “misión permanente” nos estamos refiriendo a un acontecimiento y a una característica esencial de la Iglesia.
“La iglesia es misionera por su misma naturaleza y esta dimensión misionera nace del Misterio Trinitario y está dirigida a toda la humanidad “(AG 2)
El Documento de Aparecida nos dice que debemos ofrecer a nuestro pueblo “un encuentro personal con Jesucristo, una experiencia religiosa profunda e intensa, un anuncio kerigmático y el testimonio personal de los evangelizadores, que lleve a una conversión personal y a un cambio integral” (DA.226)
La “misión permanente” quiere lograr que pasemos:
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Desde un Iglesia a la defensiva, a una Iglesia propositiva y dinámica.
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Desde una Iglesia muy clerical, a una Iglesia más laical.
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Desde una Iglesia conservadora, a una Iglesia misionera.
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Desde una Iglesia sacramentalista, a una Iglesia anunciadora del kerigma.
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Desde una Iglesia recelosa frente a la post-modernidad, a una Iglesia trasformadora de esa misma realidad.